"Me compré un smartphone que era todo: cámara 4K, agenda, consola de juegos... hasta que se me cayó. Ahora es un pisapapeles carísimo que sigo pagando. Con Yastá, pude comprar la deuda y olvidarme de ese peso"

"En 2018 me compré una tele de 82 pulgadas. El primer día, mi gato la tumbó. La deuda me siguió años… pero con Yastá la compré y por fin me saqué ese peso de encima"

"Compré una moto a cuotas para moverme más rápido por la ciudad, pero se fundió al toque. Arreglarla cuesta más que lo que pagué, y ahora solo sirve de porta toallas. Por suerte, con Yastá pude comprar la deuda y olvidarme del tema"